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mantenimiento
Todos los Arran tienen un tratamiento térmico, la nitruración, que aumenta la resistencia a la oxidación del acero, mantiene estable la afinación y contribuye a definir el timbre.
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Es un instrumento de acero y la tensión del mismo puede variar con las condiciones atmosféricas. Después de un traslado, dadle un tiempo de adaptación al nuevo medio.​
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No toquéis el instrumento al sol, y si se encuentra al sol no lo toquéis hasta que se enfríe.
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Jugad con delicadeza, el instrumento se afina a golpes, un golpe mal dado con la mano lo puede desafinar. Practicad los toques de mano para producir un buen sonido, sin golpear fuerte.
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No toquéis nunca con baquetas, mazas…
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rutina de mantenimiento
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​​Secar el instrumento después de cada uso con trapos de algodón o microfibra para secar la humedad y residuos.
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Una vez a la semana mínimo, aplicar aceite, (3en1, Armistol, Froglube) y cada vez que dejéis de tocar el instrumento unos días.
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​De vez en cuando, en función del uso, limpiar con alcohol con un papel absorbente, y después aplicad aceite.
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Guardad el instrumento en un lugar seguro, preservado de caídas, golpes y humedad, y siempre fuera de la funda.
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